¿Caravaggio en Roma? Si le gusta el arte, no puede perderse sus obras en los Museos Capitolinos
¿Le fascina el genio rebelde de Caravaggio? ¿Desea descubrir cuáles son sus obras maestras expuestas en los Museos Capitolinos y cómo admirarlas de cerca?
Caravaggio está profundamente ligado a la ciudad de Roma, donde vivió intensos años de éxitos, escándalos y audaces huidas.
Sus obras revolucionaron la pintura barroca con su dramático uso de la luz y su cruda representación de la realidad.
En los Museos Capitolinos se pueden admirar dos de sus cuadros más famosos: La Buona Ventura y San Giovanni Battista, obras maestras que muestran toda la fuerza expresiva y la innovación estilística del maestro.
Siga leyendo para descubrir dónde encontrar las obras de Caravaggio en los Museos Capitolinos, la historia de estos extraordinarios cuadros y cómo organizar mejor su visita
UN MOMENTO Los Museos Capitolinos albergan algunas de las obras maestras más extraordinarias de la historia del arte y atraen a miles de visitantes cada año. No pierda su valioso tiempo haciendo cola Compre ahora su entrada preferente y asegúrese un acceso rápido a las fabulosas obras de Caravaggio.

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Las obras de Caravaggio en los Museos Capitolinos
Los Musei Capitolini albergan dos obras originales de Caravaggio: San Juan Bautista (Capitolino-Pamphilj) y la Buona Ventura.
Ambas pinturas muestran dos aspectos fundamentales del arte de Caravaggio: su talento para reinventar temas sagrados en clave realista y su capacidad para representar escenas de la vida cotidiana con un naturalismo extraordinario.
San Juan Bautista (Caravaggio Capitolino-Pamphilj)

San Juan Bautista, de Caravaggio, en los Museos Capitolinos
el San Juan Bautista de Caravaggio, también conocido como el «Joven del carnero», es uno de los ejemplos más emblemáticos de su arte que mezcla lo sagrado y lo profano.
Historia de la obra
Este cuadro forma parte de una serie de siete versiones sobre el tema de Juan el Bautista joven. Una versión autentificada por Caravaggio se encuentra en los Museos Capitolinos, mientras que otra copia, probablemente del propio Caravaggio, se encuentra en la Galería Doria Pamphilj de Roma.
La obra expuesta en los Museos Capitolinos fue encargada por el noble romano Ciriaco Mattei para celebrar el cumpleaños de su hijo mayor, y pasó a formar parte de las colecciones del cardenal Francesco María Borbón del Monte Santa María.
Tras un cambio de propietario, el cuadro se encontró en 1950 en el despacho del alcalde de Roma y posteriormente regresó a los Museos Capitolinos.
Descripción de la obra
En esta obra, Caravaggio representa a Juan Bautista como un adolescente semidesnudo, tumbado en un lecho de hojas, con un carnero abrazado a él.
La iconografía tradicional de Juan Bautista, normalmente asociada a un cordero, se sustituye aquí por un carnero, lo que añade un elemento de ambigüedad.
La postura del joven recuerda a las figuras desnudas de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, pero el enfoque de Caravaggio es más naturalista y realista.
El pintor no idealiza el cuerpo del santo, sino que lo representa con una fisicidad tangible, acompañada de una sonrisa enigmática que sugiere cierta malicia a la mayoría.
El fondo del cuadro es oscuro y desprovisto de detalles, una característica típica del estilo de Caravaggio, que realza el tema mediante el uso del claroscuro.
La iluminación fuerte y dramática, que contrasta con las sombras profundas, es de hecho uno de los aspectos distintivos del estilo de Caravaggio.
El joven Juan Bautista, a pesar de ser un tema bíblico, parece aquí más bien una figura popular y realista, con una sensualidad a la vez inquietante y fascinante.
Análisis estilístico
El cuadro refleja plenamente las características innovadoras de Caravaggio. Su capacidad para representar la realidad con una extraordinaria fuerza emocional se manifiesta en la precisión de los detalles y en la luz que modela el cuerpo del joven Giovanni.
La técnica del claroscuro, el uso dramático de luces y sombras, da profundidad a la escena y acentúa el físico de los personajes.
La elección de un carnero, en lugar de un cordero, elimina la lectura puramente religiosa del cuadro y lo acerca a una interpretación más terrenal.
El carnero es un animal tradicionalmente asociado al sacrificio, pero no en el sentido cristiano; en este caso, podría representar una lectura más compleja y ambigua del sacrificio de Juan.
La figura del santo no se representa como un héroe sagrado, sino como un joven humano de gran belleza y sensualidad, que parece más un modelo de vida campestre que un predicador del sacrificio divino.
La ausencia de un contexto paisajístico definido, otro rasgo distintivo del estilo de Caravaggio, es funcional a la concentración en la figura y a laintensidad emocional que suscita.
El cuerpo del joven, modelado con una luz intensa, casi parece emerger de la oscuridad, como si el pintor quisiera sacar a la luz la realidad bruta del sujeto, sin idealizaciones.
En este sentido, la obra es tanto una celebración de la belleza como una reflexión sobre la sacralidad del cuerpo humano.
Curiosidad e influencia
San Juan Bautista tuvo tanta influencia que generó numerosas copias, al menos once, una de las cuales se conserva en la Galería Doria Pamphilj.
La pose del joven modelo, que recuerda la del ignudi de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, ha sido objeto de debate.
Muchos estudiosos creen que Caravaggio quiso jugar con la iconografía clásica, utilizando al joven modelo Cecco, conocido por ser a la vez ayudante y probable amante del pintor, para reproducir esa misma postura icónica.
La sensualidad del joven y la ambigüedad del carnero han alimentado el interés de la crítica, que ve en esta obra una especie de «ironía subterránea», dirigida a un reducido círculo de entendidos.
Cabe recordar que, en 1973, el Correo italiano dedicó un sello de 25 liras a esta obra.
La buena fortuna

Buona Ventura, obra de Caravaggio conservada en los Museos Capitolinos
La Buena Ventura es un óleo sobre lienzo, pintado por Caravaggio entre 1593 y 1594.
Esta obra es un ejemplo icónico del estilo único del pintor lombardo, que también aquí mezcla con arte realismo, dramatismo y psicología en los temas.
Historia de la obra
La Buena Fortuna fue pintada probablemente durante el periodo en que Caravaggio frecuentaba el taller del Cavalier d’Arpino en Roma.
Las investigaciones radiográficas realizadas en 1977 revelaron, bajo la capa de pintura, una pintura anterior de Cavalier d’Arpino para la iglesia de Santa Maria in Vallicella, que representaba La Coronación de la Virgen.
Este descubrimiento demuestra la tendencia de Caravaggio a reutilizar lienzos ya existentes, lo que confirma su pragmatismo en la producción artística.
El primer comprador de esta obra fue el cardenal Francesco Maria del Monte, importante mecenas que, cuando Caravaggio abandonó su taller, le acogió en su residencia, el palacio Madama, donde el artista continuó trabajando.
La Buena Fortuna permaneció en las colecciones del cardenal hasta que, tras su muerte, sus herederos la vendieron a Pío Savoia.
En 1750, por orden del papa Benedicto XIV, se estimó la compra de la obra para los Museos Capitolinos.
Desde entonces, se ha convertido en una de las principales obras de la colección capitolina, donde permanece en la actualidad.
Descripción de la obra
El cuadro representa una escena de la vida cotidiana, típica de las calles de Roma. Una gitana, con un vestido colorido y un turbante, lee la mano de un joven de buena familia.
Mientras le muestra el destino a través de las líneas de su mano, la gitana hace un gesto furtivo: con una mano arrebata un anillo del dedo del muchacho, aprovechándose de su inocencia.
Caravaggio, con su estilo realista y penetrante, retrata a los protagonistas con gran intensidad psicológica. La gitana se caracteriza por una sonrisa traviesa y una expresión que sugiere astucia, mientras que el muchacho es ingenuo, con un rostro rubicundo que refleja plenamente su desarmante ingenuidad.
Este contraste entre los dos personajes se hace aún más evidente por los detalles, como la pluma que sobresale del sombrero del joven, símbolo de una personalidad débil y fácilmente influenciable.
El gesto de la gitana de quitarse el anillo es el punto culminante de la escena. El movimiento de sus dedos, que se mueven con ligereza sobre los del muchacho, acentúa su habilidad para llevar a cabo el robo.
Otro detalle llamativo es el realismo de las uñas sucias de la gitana, un rasgo que Caravaggio retomará en otras obras suyas dedicadas a personajes populares.
Análisis estilístico
Caravaggio consigue mezclar elementos de la pintura «de género» con una profunda reflexión moralizante.
Si bien el cuadro representa una escena de la vida cotidiana, con su sesgo naturalista y el realismo que caracterizan la obra del pintor, la obra también puede leerse como una advertencia moral.
De hecho, el engaño de la gitana podría interpretarse como una alusión a la Parábola del hijo pródigo (Lc. XV, 11-12), con el muchacho que se deja engañar por la falsa promesa de aventuras y riquezas, perdiendo sus posesiones materiales.
Con este cuadro, Caravaggio, quizá con su típico enfoque psicológico, invita al espectador a no depositar su confianza en quienes intentan seducirle con palabras vacías o falsos halagos.
Curiosidades e influencias
Una de las historias más fascinantes relacionadas con La Buena Fortuna se refiere a la elección de la modelo para la gitana.
Según la tradición, Caravaggio retrató a una gitana real a la que vio pasar por delante de su estudio.
Según el biógrafo Giovanni Pietro Bellori, Caravaggio la invitó a posar en su hotel, donde la retrató en el acto de predecir el futuro.
El cuadro tuvo un gran éxito y se convirtió en fuente de inspiración para muchos artistas de Caravaggio, como Louis Finson, Valentin de Boulogne y, en particular, Bartolomeo Manfredi, que adoptaron su estilo realista y dramático.
Cómo ver a Caravaggio en los Museos Capitolinos

Detalle de los rostros de Juan y el carnero
Las obras de Caravaggio se exponen en la Pinacoteca dei Musei Capitolini, situada en la segunda planta del Palacio de los Conservadores, en una de las colecciones de arte más ricas de Roma.
Más concretamente, se encuentran en la sala dedicada a los pintores barrocos y a los grandes maestros del siglo XVII. En la misma sala, además de los cuadros de Caravaggio, se pueden admirar otras obras significativas del periodo barroco.
Cuándo es mejor visitar la Pinacoteca
Puede visitar la Pinacoteca todos los días excepto de 9.30 a 19.30 horas.
Para evitar aglomeraciones, se recomienda visitarla entre semana, especialmente los martes y miércoles, ya que la afluencia de visitantes puede ser mayor los fines de semana y festivos.
Además, a primera hora de la mañana suele ser un buen momento para disfrutar de una experiencia más tranquila.
Entradas disponibles
Todas las entradas para visitar los Museos Capitolinos garantizan el acceso a la Pinacoteca.
Un consejo útil, si quieres una visita tranquila, es reservar las entradas por internet con antelación para evitar las largas colas en taquilla.
Si busca una experiencia aún más íntima y envolvente, puede plantearse una visita privada, que le permitirá explorar las obras con mayor tranquilidad y conocer mejor cada detalle con la ayuda de un guía experto.
Si desea saber más sobre las distintas opciones de visita y reservar su entrada con un solo clic, puede profundizar en el tema con nuestro artículo dedicado.
El vínculo entre Caravaggio y Roma

Retrato de Caravaggio
Caravaggio, además de ser uno de los más grandes pintores de la historia del arte, es también una de las figuras más fascinantes y controvertidas del siglo XVII.
Michelangelo Merisi, conocido como Caravaggio, llegó a Roma a finales del siglo XVI, y aquí revolucionó la pintura con su estilo único: realismo sin filtros, personajes captados en poses teatrales y un uso magistral de la luz: su famoso claroscuro, que crea contrastes dramáticos.
Pero Roma no es sólo el lugar de su consagración artística: es también el escenario de una vida turbulenta, hecha de reyertas, duelos y problemas con la justicia.
Tras un asesinato en 1606, Caravaggio se ve obligado a huir de Roma, iniciando una vida errante que le llevará a Nápoles, Malta y finalmente a Toscana, donde morirá en misteriosas circunstancias.
Aún hoy, Roma es la ciudad que conserva un mayor número de sus obras, muchas de las cuales pueden admirarse en algunos de los museos e iglesias más importantes de la capital:
- San Luigi dei Francesi, con el famoso ciclo de San Mateo.
- Galería Borghese, que alberga obras maestras como David con la cabeza de Goliat y San Jerónimo escribiendo.
- Palacio Barberini, con obras emblemáticas como Judith y Holofernes.
Y, por supuesto, los Museos Capitolinos, donde podrá admirar dos fascinantes pinturas que muestran toda la fuerza expresiva del maestro.

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Caravaggio en los Museos Capitolinos: Preguntas frecuentes
Los cuadros de Caravaggio están repartidos por toda Roma, y algunas de sus obras más famosas se exponen en:Musei Capitolini: con San Juan Bautista y la Buena Fortuna, dos de sus obras más fascinantes y significativas.Galleria Borghese: donde se encuentran obras como David con la cabeza de Goliat.Chiesa di San Luigi dei Francesi: donde se exponen las famosas pinturas del Ciclo de San Mateo.Basilica di Santa Maria del Popolo: con la Crucifixión de San Pedro y la Conversión de San Pablo.
Los Museos Capitolinos son una de las colecciones de arte más importantes de Roma, con una extraordinaria colección que abarca desde el arte antiguo hasta el más moderno. En su interior se pueden admirar:Esculturas clásicas, como la Loba Capitolina y el Coloso de Constantino.Obras de artistas de renombre como Caravaggio, con el San Juan Bautista y la Buena Fortuna.Colecciones de pintura renacentista y barroca, como obras de Guido Reni y Guercino.
El San Juan Bautista de Caravaggio se encuentra en los Museos Capitolinos, en la Pinacoteca, concretamente en la sala dedicada a los pintores barrocos. La sala alberga también otras obras significativas del siglo XVII y crea un entorno ideal para apreciar el poder innovador de Caravaggio y su impacto en la pintura de la época.
En la actualidad, la exposición Caravaggio y Goya no se exhibe de forma permanente, pero se organizan exposiciones temporales ocasionales en diversos lugares de Roma.
Conclusión

Detalle de las manos de la gitana de la Buena Fortuna
Aquí llegamos al final de este estudio en profundidad de la figura de Michelangelo Merisi da Caravaggio y de sus dos obras en la Pinacoteca de los Museos Capitolinos.
Como hemos visto, los Museos Capitolinos ofrecen una oportunidad ineludible para sumergirse en el arte de Caravaggio, el artista que más revolucionó la pintura de su época.
Con obras como San Juan Bautista y La Buena Fortuna, el museo es un lugar donde la luz y la sombra cobran vida, contando historias de una intensidad dramática y un realismo sin igual.
Tras un recorrido detallado por la historia, la descripción y el análisis de cada obra, despejamos las últimas dudas sobre horarios, entradas y trucos para una visita realmente perfecta.
Y si aún quedaba alguna duda, pasamos juntos a responder a las preguntas más frecuentes sobre las obras de Caravaggio en Roma.
¿Aún tiene dudas? No se preocupe, deje un comentario a continuación y le responderemos en un instante.
Y ahora que ya sabe todo lo que necesita saber, sólo le queda organizar su visita a los Museos Capitolinos. Para vivir una experiencia sin estrés, reserve ya su entrada y descubra la fascinación de Caravaggio sin esperas